Otra forma de festejar el bicentenario

Por todos lados abundan comentarios sobre los festejos del bicentenario, y la verdad no nos vamos a sumar a ellos pues ya son abrumadores. Ahora son todos elogios, pero los padecimientos diarios siguen igual que todos los días, por lo tanto no estoy muy a a favor del dicho al pueblo pan y circo y mantener la ignorancia y la opresión. Mientras todos gozaban de la variedad de espectaculos por nuestros doscientos años de independencia (¿es tal?), tres amigos, que decidimos armar un emprendimiento y apostar a este país, en una charla de café en una cena de un día cálido de verano, en vacaciones, estabamos trabajando. Nos sumamos a un grupo de microemprendedores que a través de una ONG permite exponer y vender producciones propias. Por cierto que los primeros días el tiempo no ayudo y hasta fué anécdotico ver como el agua se escurría rauda por nuestros pies el domingo, sin embargo  el espíritu y lo que se compartió allí fue de energía total, de buena onda y de humanidad.
Quizas acostumbrada a estar entre el mundo de los negocios a otro nivel, era bastante excéptica con respecto a la competencia , el marketing y algunos aspectos más.
Es bueno sentir cuando los prejuicios se caen por hay otra cosa.
La competencia féroz entre empresas generalmente con medios no muy éticos, en este lugar se cambiaba por compartir un mate entre productores de un mismo rubro.Los gastos multiples en marketing de las empresas, se cambiaban por la recomendación de tu vecino de stand que había probado tu producto, por el solo hecho de conocerlo y se lo recomendaba a sus clientes. La competencia por las ventas se modificaban por los intercambios de elementos que unos tenían y otros no pero que a ambos beneficiaban.Pero también se ganaba dinero, en más o en menos según como estaban los bolsillos de quienes visitan la carpa.  La competencia se cambiaba por la solidaridad. Ante la inundación de la carpa y los stand por las fuertes lluvias, cada uno dejo su stand y fue a ayudar para resolver la situación.. Entonces ahi me dí cuenta que hay otra forma de entender la economía, de crear ideologías económicas, de entender la producción y la empresa. Y lo más importante, otra forma de pensar el país, la producción y el capitalismo. Así festejamos el bicentenario