Un día como cualquier otro, quizás con un poco de calor, por la época del años (solo faltaba un mes para el invierno) y de pronto una respuesta inesperada; "señora no sigo trabajando más en su casa". " La señora de la casa empalideció, porqué preguntó?. La respuesta tardaba en llegar, la interlocutora respondió: "señora conseguí un plan trabajar y mi hombre, tomo una casita allá por el barrio en donde vivo y entonces con eso nos vamos a arreglar"El va a hacer "changuitas"y con eso no vamos a arreglar. A nuestros ocho hijos, les vamos a repartir la bolsa de comida que nos dá el Juán, porque el está en política y siempre trae algo para el barrio. La señora de la casa seguía pensando rápidamente en ese diálogo y no lo podía comprender . Ramona había sido una buena empleada hasta ese momento. La señora de la casa, aparte de abonarle su sueldo siempre le preparaba alguna bolsa de ropa o alimentos por mes, pues a Ramona nada le alcanzaba con ocho hijos. Más de una vez le había comentado que sus hijos mayores se iban a "la capital a hacer changuitas"para ayudar. La señora de la casa sentía pena por esto pues pensaba que esos niños estaban perdiendo su futuro, porque no estudiaban.
Y así sin decir más se fue.
La señora de la casa, sin que tuviera ayuda en los quehaceres domésticos y trabajando fuera de su hogar 12 horas por día, pronto colapsó. Por cierto que buscó de toda manera posible nuevo personal doméstico, pero el tiempo pasaba y no lo podía hallar. Ya cansada decidió modificar las responsabilidades hogareñas de los integrantes del hogar y con otra sorpresa se encontró. Los hijos adolescentes evitaban los trabajos hogareños, o si no quedaba otra lo hacían de mal humor. El esposo, preguntaba porque tenía que hacerlo, pues no había sido educado para eso, y mientras cuestionaba su rol, el tiempo pasaba y no hacía nada. Finalmente, la señora de la casa abrumada, por el machismo, los derechos de los niños mal entendido, etc, etc, encontró un nuevo amor y de la casa se marchó. Nina
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